Nuevo ataque de un pitbull en Santa Fe: un nene de cuatro años fue operado tras ser mordido en la cara

En menos de 24 horas, se registraron dos ataques de perros de raza pitbull en la ciudad de Santa Fe. El último caso ocurrió el martes por la tarde en el barrio Villa Elisa, donde un niño de tan solo cuatro años, llamado Bruno, fue atacado mientras jugaba en la vereda frente a su casa. Como consecuencia de las heridas sufridas en el rostro, el pequeño tuvo que ser internado de urgencia y sometido a una intervención quirúrgica.

Según el testimonio de la abuela del niño, Bruno salió a jugar a la calle como lo hace habitualmente, mientras su madre —que posee un pequeño comercio— atendía a un cliente. En ese momento, un pitbull propiedad de un vecino se abalanzó sobre el menor y lo mordió directamente en la cara, sin provocación previa.

El niño fue trasladado de urgencia al Nuevo Hospital Iturraspe, donde recibió los primeros auxilios por parte del personal médico, que constató una herida cortante importante a la altura de la mandíbula izquierda. Debido a la gravedad de las lesiones, Bruno fue derivado al Hospital de Niños Orlando Alassia. Allí quedó internado y este miércoles fue intervenido quirúrgicamente en una operación de “reparación quirúrgica de la herida”, según explicó Pablo Ledesma, director del centro de salud pediátrico.

“Mi nieto estaba jugando como siempre con otros chicos de la cuadra. El perro lo atacó de repente, sin que nadie pudiera hacer nada. Le destruyó la cara”, expresó conmocionada la abuela del niño. “Estos animales son muy peligrosos. No deberían estar en casas donde hay chicos. Yo le pido a toda Santa Fe que tome conciencia. Hoy fue mi nieto, pero mañana puede ser otro chico más”, agregó.

Este grave hecho se suma al ocurrido el día anterior, cuando una familia fue atacada por otro pitbull en plena vía pública. El episodio tuvo lugar el lunes por la tarde en el barrio Candioti, también en la capital provincial. En esa ocasión, una niña de cinco años fue mordida en la cara mientras caminaba junto a sus padres y su hermano menor.

Según relató Edgardo, el padre de la nena, se encontraban caminando por calle Chacabuco al 2300 con su esposa María, su hija de cinco años y un bebé de nueve meses en brazos. “Estábamos dándole una botellita de agua a la más chiquita cuando apareció un muchacho con un perro, al que no vi porque venía de espaldas. La nena estaba parada y el animal la atacó de la nada”, relató el hombre. Tras morder a la niña en el rostro, el perro —que era paseado con collar y correa, pero sin bozal— intentó también atacar al bebé. “Le pegué una patada al perro para alejarlo, pero volvió a embestirnos y agarró al bebé del pañal”, explicó el padre.

“Josefina estaba toda ensangrentada. Cuando el perro la mordió vi que volaban pelos, fue un momento terrible. Dentro de todo fue una desgracia con suerte, porque podría haber terminado mucho peor”, añadió. El papá también sufrió una mordida en una pierna durante el intento por defender a sus hijos.

Según datos oficiales del Ministerio de Salud de la provincia, en Santa Fe se registran cada año aproximadamente 900 ataques de perros, de los cuales un 7% corresponde a razas catalogadas como potencialmente peligrosas, entre ellas el pitbull, el rottweiler y el dogo argentino.

Pese a que la normativa vigente establece que estos animales deben ser paseados con correa, bozal y bajo supervisión estricta, el incumplimiento de estas medidas es frecuente, sobre todo en zonas públicas donde no hay controles regulares.

Estos dos ataques, ocurridos con pocas horas de diferencia, reavivan el debate sobre la tenencia responsable de mascotas y la necesidad de reforzar los controles y la concientización en torno a la convivencia segura con animales de razas que, por su fuerza y temperamento, representan un riesgo si no están adecuadamente contenidos.

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