Pullaro configura el escenario político tras su victoria y se prepara para avanzar con la reforma constitucional

Luego de la contundente victoria en la elección de convencionales constituyentes, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, comenzó a delinear el nuevo panorama político que habilita la discusión de una reforma constitucional histórica en la provincia. Con 33 convencionales asegurados sobre un total de 69, quedó a tan solo dos votos de la mayoría necesaria para aprobar cada artículo, y confía en que podrá conseguirlos con acuerdos puntuales, apelando a su perfil dialoguista. En el horizonte aparecen cuestiones centrales como la habilitación de la reelección, el alcance nacional de su figura y una estrategia basada en similitudes y contrastes con el gobierno nacional.

Pullaro se siente cómodo en su rol de equilibrio político, un concepto que repite con frecuencia en sus discursos y que parece ser el eje rector de su forma de gobernar. No solo como principio de gestión en la relación con la Casa Rosada, sino como marco de referencia para encarar la reforma constitucional que, por primera vez en la historia santafesina, permitiría a un gobernador buscar la reelección inmediata.

Un triunfo con impacto nacional

El eco de la elección en medios nacionales fue inmediato. Desde Rosario, epicentro de la cobertura, Pullaro ofreció declaraciones a la prensa y valoró los resultados:

“Fue un resultado muy contundente. Logramos una primera minoría sólida: 33 convencionales, frente a 11 del peronismo y 9 o 10 de La Libertad Avanza. Es un triunfo categórico, pero eso nos obliga a tener humildad. Tener la mayoría no significa tener la razón”, sostuvo el mandatario, retomando el discurso que había ofrecido en el búnker de Unidos para Cambiar Santa Fe, donde compartió escenario con su vicegobernadora Gisela Scaglia, recibió el saludo virtual de Mauricio Macri, y dialogó con el presidente del comité nacional de la UCR, Martín Lousteau. También sumó el apoyo del exgobernador cordobés Juan Schiaretti, referente del espacio “cordobesista”, que actualmente integra la coalición de gobierno provincial junto al socialismo.

Pullaro resaltó la amplitud del frente Unidos, compuesto por once partidos entre los que se encuentran sectores como el de Margarita Stolbizer, la UCeDé y el espacio del “Gringo” Schiaretti. “Es un frente muy amplio que discute para resolver problemas. Lousteau es como un hermano y Macri es el líder político del partido de mi vicegobernadora. Es importante que me haya saludado”, detalló, en tono medido, ante las preguntas de la prensa.

Además, destacó el desempeño territorial del oficialismo, al señalar que ganaron en cada uno de los departamentos de la provincia. Y en una clave más regional, insistió en la importancia de su trabajo conjunto con los gobernadores de Córdoba y Entre Ríos, con quienes comparte “estrategias comunes” para defender intereses compartidos, incluso en contraposición a ciertas medidas del presidente Javier Milei, aunque reconoció puntos de coincidencia como el equilibrio fiscal.

Una reforma constitucional con espíritu de consenso

Pullaro dejó en claro que el diálogo será la herramienta clave para avanzar en la reforma. Tal como anticipó en declaraciones a El Litoral, el gobernador no tiene previsto imponer fechas unilaterales: la convocatoria se definirá en conjunto con los 69 convencionales electos, dentro del plazo de un año que la normativa prevé.

La coalición oficialista cuenta con 33 convencionales, por lo que necesitará sumar al menos dos votos de otras fuerzas para aprobar cada tema. El mandatario no ve esto como un obstáculo, sino como una oportunidad de reafirmar su vocación por construir consensos, algo que ya venía practicando en la Legislatura provincial, incluso contando con mayoría.

Desde su óptica, este ejercicio de negociación no es una imposición numérica, sino un estilo de liderazgo que pretende consolidar en esta nueva etapa. En su discurso de celebración, volvió a enfatizar valores como la humildad y el respeto por el adversario, diferenciándose de la confrontación permanente que caracteriza a la política nacional.

“Tener mayoría no nos da la razón. La razón la vamos a demostrar si escuchamos para salir adelante. Queremos mostrarle al país que los santafesinos podemos escucharnos, debatir y construir la mejor Constitución. Con paz, orden y progreso. Agredir o descalificar no sirve, ni siquiera electoralmente. Tenemos que demostrar que somos mejores”, afirmó Pullaro desde el escenario, junto a Scaglia y el dirigente socialista Joaquín Blanco, frente a medios nacionales.

Reelección, sin imposición

En un tramo final de su intervención, el gobernador marcó los límites del debate sobre la reelección, dejando en claro que no fue un eje de la campaña constituyente, y que cualquier posibilidad futura dependerá exclusivamente del voto popular.

“Si compito por otro mandato no será por tener un artículo a favor en la nueva Constitución. Y si soy reelecto será porque la gente me volvió a elegir, porque algo hicimos bien. La oposición discutió temas que ni siquiera estaban habilitados para ser tratados”, puntualizó.

Con estos gestos, Pullaro busca proyectar una imagen de liderazgo moderado, abierto al diálogo, pero firme en su rumbo, decidido a dejar una marca profunda en la historia institucional de Santa Fe, con una reforma que combine modernización, consenso y legitimidad democrática.

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