Interceptan cocaína y marihuana en las visitas a la cárcel de Las Flores

Un hombre y una mujer fueron sorprendidos con estupefacientes ocultos entre sus prendas durante el control de ingreso al penal. Ambos fueron identificados y quedaron a disposición de la Justicia.

El pasado lunes 7 de abril, en el marco del régimen habitual de visitas en la Unidad Penitenciaria N° 2 de Las Flores, dos personas fueron descubiertas intentando ingresar drogas a los pabellones. Los controles de rutina permitieron detectar envoltorios con cocaína y marihuana ocultos en la ropa de un hombre y una mujer que pretendían visitar a internos del penal.

El primer hecho se produjo cerca del mediodía. Un hombre de 56 años, identificado como O. F., fue interceptado por personal penitenciario cuando intentaba pasar tres sobres satinados de colores que contenían una sustancia sospechosa. Tras la intervención de la Subcomisaría 17ma y la División Microtráfico de la Policía de Investigaciones (PDI), se confirmó que se trataba de cocaína, con un peso aproximado de 1,6 gramos.

El fiscal de turno, Dr. Omar De Pedro, ordenó que el hombre fuera notificado por infracción a la Ley 23.737 —referida a la tenencia de estupefacientes— y recuperara la libertad, mientras que la droga quedó secuestrada por la policía.

El segundo hallazgo se registró unas horas antes, alrededor de las 10:35. En este caso, una joven de 26 años, identificada como M. M. M., fue sorprendida con un envoltorio de nylon que contenía unos 41 gramos de marihuana y 38 sobres similares a los anteriores, con un total de 16 gramos de cocaína. El test de campo dio positivo para ambas sustancias, lo que derivó en su inmediata detención. La mujer fue imputada por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, en el marco de la misma ley.

Ambos casos fueron reportados a la Justicia y los elementos secuestrados quedaron en resguardo de la División Microtráfico, que ahora deberá investigar si los estupefacientes estaban destinados a internos alojados en el penal de Las Flores.

Gracias a los controles preventivos del personal penitenciario, los intentos de ingreso fueron frustrados antes de que la droga llegara a manos de los reclusos.

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