Santa Fe vivió con emoción la segunda edición de la Procesión Náutica en honor a la Virgen de Guadalupe
La ciudad de Santa Fe fue escenario este domingo por la mañana de una conmovedora expresión de fe: la segunda edición de la Procesión Náutica Virgen de Guadalupe. El evento, que reunió a cientos de fieles en la Costanera santafesina, fue organizado conjuntamente por la Municipalidad y la Basílica de Guadalupe, y contó con un amplio acompañamiento institucional.
Esta celebración religiosa, cargada de simbolismo y devoción, dio inicio con una misa matutina y una posterior procesión vehicular que partió desde la histórica Basílica de Guadalupe hasta el embarcadero de Delfín Náutica. Allí, la imagen de la Virgen fue colocada en una embarcación especialmente acondicionada para iniciar su recorrido por las aguas de la Laguna Setúbal y el Riacho Santa Fe. El trayecto culminó en el Museo de la Constitución, donde la imagen quedó expuesta para que los fieles pudieran rendirle homenaje.
Una demostración de fe y organización conjunta
La segunda edición de esta procesión náutica fue posible gracias a la articulación entre diversas áreas del municipio —como Cultura, Deportes y Turismo— y la Comunidad de la Basílica de Guadalupe. También se sumaron los clubes náuticos de la ciudad, la Prefectura Naval Argentina y el Concejo Municipal, que declaró el evento de Interés Municipal.
Durante la jornada, el intendente Juan Pablo Poletti expresó su gratitud hacia todos los santafesinos que participaron y a las instituciones que colaboraron en la organización: “Queremos agradecer a todos los que acompañaron esta segunda edición de la Procesión Náutica de la Virgen de Guadalupe y a todas las instituciones que fueron parte, como Prefectura y la Comunidad de la Basílica, encabezada por el Padre Marcelo Blanche”.
Además, Poletti reafirmó el compromiso del municipio de seguir promoviendo este tipo de celebraciones religiosas y culturales en el marco de Semana Santa: “No vamos a claudicar en este tipo de eventos. Vamos a seguir trabajando en conjunto para brindarle a los vecinos actividades que rescaten nuestras tradiciones y fortalezcan la identidad local”.
La historia detrás de la devoción
La devoción por la Virgen de Guadalupe en Santa Fe tiene una profunda raíz histórica que se remonta al siglo XVIII. Según cuenta la tradición, un sacerdote mercedario halló una estampa de la Guadalupana en el templo de Nuestra Señora de los Milagros y decidió enmarcarla para donarla al oratorio de la familia Setúbal. A partir de ese gesto, comenzó a construirse un vínculo espiritual que creció con el tiempo.
En 1899, el Papa León XIII proclamó a la Virgen de Guadalupe como Patrona de la Diócesis de Santa Fe, y al año siguiente se realizó la primera procesión documentada en su honor. En 1904 se inició la construcción del templo que hoy es símbolo de esta devoción, una obra que se concretó gracias al fervor de la población.
Un hecho poco conocido, pero relevante para esta historia, es que en 1953 se realizó una procesión náutica similar a la actual. En esa ocasión, la Virgen recorrió tanto las calles de la ciudad como las aguas de la Laguna Setúbal, anticipando lo que hoy se vive como una tradición recuperada y renovada.
Así, con una mezcla de historia, fe y participación ciudadana, Santa Fe reafirmó su vínculo con una de las advocaciones más queridas por su comunidad, dando continuidad a una expresión religiosa que crece año a año y que ya forma parte del calendario cultural y espiritual de la ciudad.