Ocho de cada diez jóvenes quieren seguir estudiando tras la secundaria, pero solo la mitad lo logra.
Un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación revela que mientras el 85% de los estudiantes del último año de secundaria planea continuar sus estudios al finalizar la escuela, solo el 38% de los jóvenes de 19 a 25 años que terminaron el secundario logra concretar esa expectativa.
Las disparidades se acentúan según el nivel socioeconómico. Entre los jóvenes del decil más alto, el 51% se dedica a estudiar, mientras que en los sectores más bajos este porcentaje disminuye a 21%. Además, la probabilidad de acceder a empleos de calidad es considerablemente mayor entre quienes terminaron el nivel secundario y pertenecen a los deciles más altos.
El informe “Educación y trabajo: expectativa y realidad de jóvenes en Argentina” analiza que, si bien en el decil más pobre el 72% de los estudiantes de último año aspira a seguir estudios superiores, la realidad de los jóvenes de 19 a 25 años con secundario completo en ambos extremos de la distribución es muy diferente.
Especialistas consultados coinciden en que este escenario invita a reflexionar sobre las experiencias educativas y su vinculación con el mundo del trabajo, para evaluar aspectos como la inclusión y la equidad en el sistema educativo y proponer políticas que brinden respuestas específicas para los jóvenes. Consideran fundamental trabajar para que la condición de origen de los jóvenes no determine su futuro.