Santa Fe celebra el día del liso
La capital provincial rinde homenaje a este modo típico de beber cerveza, declarado patrimonio cultural inmaterial de la ciudad.
Origen del liso
A principios del siglo XX, la ciudad de Santa Fe se convirtió en un polo de producción cervecera por una conjunción de factores geográficos e históricos que hicieron que dos cervecerías se instalaran y desarrollaran en la ciudad, como Santa Fe y Schneider.
Otto Schneider llegó a la ciudad en 1911 y luego de trabajar varios años como maestro cervecero en la Cervecería Santa Fe -anteriormente en Bieckert y San Carlos-, en 1931 fundó su propia cervecería para hacer realidad su sueño. Es allí donde desplegó no solo su tradicional receta, sino su propio modelo de producción y forma de servir la cerveza, dando origen al liso. Si bien se tomaba desde un principio en jarras, fue Otto Shneider el que popularizó hacerlo en vaso de vidrio liso, sin textura, para sentir su temperatura y apreciar su color y pureza, eligiendo un vaso sin talla de 250 cm3 y servido con dos dedos de espuma. La gente lo adoptó inmediatamente y lo popularizó, y muy pronto llegaron desde otras provincias para probar el liso santafesino.