El agua santafesina cambió su gusto. ¿Hay riesgos?
Mientras se reacomoda la red para afrontar la bajante histórica, desde Aguas Santafesinas explican el fenómeno del cambio de sabor.
Aguas Santafesinas refuerza la captación de agua en las dos tomas superficiales que tiene en la ciudad de Santa Fe para prestar el servicio, tanto el río Santa Fe como en el Colastiné. “La semana pasada -dijo el vocero de la empresa, Germán Nessier, se incorporó una bomba de mayor caudal a la que ya teníamos ubicada allí desde el año pasado y se están tendiendo más de mil metros de nueva cañerías para poder transportar el agua de otras dos bombas que se van a ubicar en esta toma para asegurar la captación.
En tanto, en la toma del río Santa Fe se rehabilitó y se puso en funcionamiento una bomba de refuerzo a la que ya existía, además de las que dispone el muelle de toma de esta fuente de agua, donde también se vinieron realizando desde el año pasado modificaciones sobre la profundización de las bombas y rehabilitación de equipos para asegurar la captación, según explicó el representante de Aguas Santafesinas.
“En función del escenario que se vaya dando, la empresa va evaluando cada alternativa que tiene en cualquiera de las instalaciones, en la ciudad de Santa Fe y en las demás ciudades a lo largo de la provincia, desde Reconquista hasta Rosario, donde de acuerdo a las necesidades de cada una de las instalaciones se han hecho medidas de refuerzo como también sucedió en la ciudad de Rincón, donde tenemos el acueducto de la costa, donde se instalaron bombas de refuerzo y seguramente haya que reubicar en función de los niveles del río”, detalló el funcionario.
El agua de red sigue siendo apta
Por otra parte, y en relación a algunas quejas de usuarios por cambios en el sabor del agua, Nessier recordó que en realidad, la percepción de los componentes organolépticos del agua “varía de individuo a individuo”. “Además – dijo – hay que advertir sobre las condiciones de las instalaciones internas, que tienen que estar en adecuado estado, las reservas domiciliarias con las tapas y ventilaciones correspondiente, pero la empresa asegura -hasta el ingreso a la vivienda- la aptitud para el consumo humano”.