¿Por qué se pegan los imanes en los brazos vacunados?
Circulan fotos y videos en los que las personas vacunadas tendrían ese “sorprendente efecto”.
En redes sociales andan dando vueltas distintas fotos y comentarios en los que se muestra cómo un supuesto imán se adhiere a la piel de las personas que recibieron la vacuna contra el coronavirus. Esto ocurriría, aparentemente, porque estas vacunas contienen metales o materiales magnéticos que atraen un imán.
Uno de los videos cita a un supuesto especialista que afirma: las vacunas “emiten algún tipo de radiación electromagnética”, que son un “dispositivo rastreador” y que contienen “nanobots”.
Si bien las teorías conspirativas ya fueron desmentidas por sitios especializados en chequeo de la información de todo el mundo, hay un dato duro que es inobjetable: En algunos casos, los imanes efectivamente quedan adheridos a los brazos…
Entonces, si no nos tenemos que preocupar por una invasión a nuestra intimidad ni hay ningún gobierno que nos esté controlando mediante la vacuna, ¿por qué se da este curioso fenómeno?
Trataremos de aportar un poco de claridad científica, ante tanta confusión. Jordi Sort lidera el Grupo de Materiales Inteligentes de Nanoingeniería, Nanomecánica y Nanomagnetismo de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA), en España. El científico dijo: “Es probable que los videos reflejen la adhesión del imán a la piel, en parte gracias a la humedad en la superficie de la piel y al hecho de que el imán es pequeño y liviano. Este efecto es similar a cómo se puede “pegar” una moneda en la frente o equilibrar una cuchara en la nariz”.
Esta explicación puede dejar sabor a poco pero, hasta el momento, no existe una más fehaciente. Al menos, sin ponernos a pensar en vacunas malditas diseñadas para monitorearnos.