Ponerse a pensar cuáles son los motivos por los que amas ser argentino no se a vos, pero a algunos ya nos puede poner un poco emotivos.
Sabrán entender de lo que hablo aquellos que viven o vivieron afuera, los que fueron orgullo de llevar la bandera representándonos en otro país, los que fueron a dar la vida por su orgullo nacional, los que hoy dan la vida por salvar a su gente, los que nos cuidan, los que valoran, los que aman fuerte, y los que por sobre todas las cosas entienden que si no te amas a vos mismo, nadie te va a amar.
Si hay algo que es de Argentinos es ser autoexigente y no conformarse con eso de pasar por desapercibido en esta vida, ni en ningún lado.
Todos sabemos que en por lo menos toda américa latina somos los más respetados, en Colombia, en Bolivia, en Perú y hasta en el propio Brasil, aparece un argentino y no es lo mismo que cualquier otro, somos los que marcamos tendencia acá y en la China, siempre plantamos bandera.
De la Quiaca al Perito Moreno y más allá, la cultura nos atraviesa de distintas formas. Nos conocen en el mundo no solo por el fútbol, muchos saben que pudimos ser potencia mundial pero no quisimos.
Vivimos en ese exacto punto intermedio entre la ambición capitalista y tener en claro que al cajón te vas como viniste. Trascendemos porque dimos y daremos de qué hablar, porque ésta es la cuna del Diego y del Che Guevara, también del Papa Francisco, San Martín y Favaloro.
Somos tan autoexigentes que a Messi lo vamos a valorar sólo cuando nos traiga la copa o cuando cualquiera de nuestros presidentes ponga de rodillas a los países que creen dominarnos.
La libertad en el pasado se defendía a chuza y lanza, hoy algunos perciben esa opresión que nos tiene presos, tan digitada pero anónima, que confunde y engaña, divide y cree que reina, pero nosotros los dejamos pastar.
Hay algo de la libertad que hay que aclarar, si se milita fanatizada asusta, porque en definitiva cómo dijo Sartre, “estamos condenados a ser libres” y en el equilibrio se cumple la condena.
El enemigo carcelero está entre nosotros? Parodiando al gran Horacio Guaraní, puede que estemos presos, restringidos de nuestra libertad, pero sometidos? Eso no es ser Argentino, nuestra historia lo cuenta.
Quienes hablan peyorativamente del SER ARGENTINO es porque prefieren el sometimiento, políticos, periodistas, famosos y personajes, que no entienden o temen.
Estamos prisioneros carcelero,
Yo de estos torpes barrotes, tú del miedo!
Feliz día de la patria. Viva la patria! Viva!