Unión cerró el ciclo del Kily con un empate sin goles y sin público visitante
Aunque mostró una mejor versión que Defensa y Justicia durante varios tramos del partido —especialmente en el primer tiempo—, Unión volvió a evidenciar una preocupante falta de eficacia ofensiva. El resultado final fue un discreto 0 a 0 que marcó el cierre de ciclo para Cristian “Kily” González como entrenador, en una jornada particular donde ni siquiera se levantó el cepo al público visitante.
La situación fue por demás atípica: no se registran antecedentes recientes de un técnico que sea desvinculado el mismo día en que debe dirigir un partido oficial. Si bien el compromiso profesional del Kily quedó de manifiesto, no es sencillo liderar un grupo cuando ya se sabe que no hay mañana. Así afrontó Unión su presentación ante Defensa y Justicia, como visitante y con la incertidumbre de un ciclo que llegaba a su fin, sin importar el resultado.
Pese al contexto, el equipo santafesino mostró una actitud decidida desde el inicio. Tomó la iniciativa, fue más punzante y generó las primeras aproximaciones de peligro. Durante los primeros 20 minutos, los dirigidos por el Kily complicaron con pelotas largas a espaldas de Soto y Cannavo. El equipo encontró dinámica, con un buen trabajo de Profini en la recuperación y distribución, y con Vargas proyectándose con peligro. Mauro Pittón y Palacios se sumaron con criterio al armado del juego.
Dominio sin eficacia
Unión controló el primer tiempo, desplegando un juego claro que contrastó con la imagen opaca del partido anterior ante Palestino en Chile. La etapa cerró con una gran habilitación de Palacios para Domina, que ingresó solo por izquierda pero definió desviado. Esa jugada resumió el gran déficit del equipo: generó pero no concretó, y por eso no pudo trasladar su superioridad al marcador.
En defensa, el equipo estuvo sólido. Defensa y Justicia intentó con insistencia por el sector de Vargas, pero sin éxito. Mauricio Martínez volvió a destacar como último hombre, bien acompañado por Pardo y Corvalán. Los de Florencio Varela apenas inquietaron con un par de intentos de Osorio. En términos de juego, creación y situaciones, Defensa fue menos que Unión. La falta de peso ofensivo fue el punto débil del equipo del Kily.
Cambios sin impacto y una despedida tibia
Para el complemento, Corvalán no regresó tras recibir un golpe, siendo reemplazado por Fascendini. El desarrollo se mantuvo: Defensa sumó delanteros sin generar peligro y Unión continuó con actitud, pero sin potencia ni precisión en los metros finales. Mauricio Martínez creció en influencia y se consolidó como figura del equipo, liderando desde el fondo y empujando al medio.
El técnico rival, Julio Vaccari, intentó dar un giro con tres cambios simultáneos: ingresaron Aaron Molinas, Gastón González y Maximiliano González. En Unión, el Kily también movió el banco: Ham entró por Mauro Pittón y más tarde reemplazó a Palacios con Fragapane, y a Bruno Pittón con Del Blanco. Todo el flanco izquierdo fue renovado en busca de juego y profundidad.
Cuando Defensa empezó a ganar terreno, Cardozo apareció con una gran atajada ante un remate de Molinas que tenía destino de gol. El Kily hizo su último intento con Estigarribia por Domina, buscando recuperar protagonismo y acercarse al área rival. Sin embargo, el empate sin goles se impuso.
El resultado dejó un sabor amargo, especialmente para Unión, que mereció más pero volvió a chocar contra sus limitaciones ofensivas y la racha negativa como visitante. El local se retiró silbado por su gente tras un cierre sin emociones, casi pactado, entre dos equipos que no lograron lastimarse. La despedida del Kily, marcada por la tibieza del trámite y la frialdad del resultado, quedó enmarcada en un ciclo que terminó sin estridencias, pero también sin gloria.