La marcha contra el veto de Milei terminó con gases, palos y balas de goma.
Más de 50 heridos, incluidos dos menores, y al menos dos detenidos tras la represión policial en la Plaza de los Dos Congresos.
La jornada de protesta en la Plaza de los Dos Congresos se tornó violenta tras la ratificación del veto a la ley de movilidad jubilatoria por parte de la Cámara de Diputados. A medida que se conoció el resultado de la votación, el ambiente se llenó de gritos de indignación y cacerolazos, mientras la policía respondía con gases lacrimógenos y balas de goma.
Contexto de la Protesta
Los manifestantes, compuestos principalmente por jubilados y militantes sociales, expresaron su rechazo al ajuste y a la “traición” de los diputados de la UCR. En respuesta a la creciente tensión, el Gobierno, a través de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, desplegó un operativo con casi 900 efectivos, que incluyó fuerzas de seguridad de diversas divisiones.
Represión y Consecuencias
La represión fue brutal, resultando en más de 50 heridos, entre ellos dos menores de edad, y al menos dos detenidos. La policía avanzó con balas de goma y gases, lo que generó un ambiente irrespirable y provocó la indignación de los manifestantes. La situación se tornó caótica, con la plaza llena de gritos y protestas.
Reacciones de los Manifestantes
Los jubilados y sus aliados, que contaron con el apoyo de organizaciones sociales y sindicales, denunciaron la represión y la falta de atención a sus demandas. “Nos pueden seguir cagando, pero nosotros de acá no nos vamos”, afirmó Claudia, una manifestante que destacó la determinación del grupo a seguir luchando por sus derechos.
Declaraciones de Patricia Bullrich
La ministra Bullrich, en un intento de justificar la represión, centró su atención en los niños que resultaron afectados por los gases, responsabilizando a los padres. “Madre irresponsable y violenta”, publicó en sus redes sociales, lo que generó críticas por su falta de empatía hacia las víctimas de la represión.
Testimonios de los Heridos
Los testimonios de los manifestantes reflejan la angustia y la frustración ante la situación. Rubén, de Jubilados Insurgentes, expresó su descontento con la represión y la falta de recursos para los jubilados. “Gastan millones en reprimir y no hay plata para nosotros“, afirmó.
La marcha contra el veto de Milei se convirtió en un símbolo de la resistencia de los jubilados y sus aliados frente a un Gobierno que, según ellos, ignora sus derechos y necesidades. A medida que las protestas continúan, la represión policial solo parece avivar la determinación de los manifestantes a seguir luchando por sus derechos. La jornada dejó claro que la lucha por la movilidad jubilatoria y la dignidad de los jubilados en Argentina sigue siendo un tema candente en la agenda política