El Gobierno de Milei se prepara para su primera gran privatización: IMPSA a punto de cambiar de manos
La histórica metalúrgica argentina, IMPSA, podría pasar a manos de la compañía estadounidense ARC Energy, marcando el inicio de la era de privatizaciones bajo la administración de Javier Milei.
El gobierno de Javier Milei está a punto de concretar su primera gran privatización, con la venta de la emblemática empresa metalúrgica IMPSA, la cual ha estado bajo control estatal durante los últimos tres años.
Con más de un siglo de historia, IMPSA fue un referente en la exportación de tecnología a nivel global, pero en los últimos años ha enfrentado serios problemas financieros que la dejaron al borde de la quiebra.
La empresa, fundada en 1907 por la familia Pescarmona, llegó a operar en más de 30 países, destacándose por su capacidad para producir tecnología avanzada en los sectores de generación hidroeléctrica y componentes nucleares.
Sin embargo, una deuda impaga de 300 millones de dólares por parte de Venezuela y otros compromisos financieros la llevaron a acumular pasivos que hoy ascienden a 500 millones de dólares.
En este contexto, el gobierno de Milei ha decidido desprenderse de IMPSA como parte de su estrategia de reducir la participación estatal en la economía.
ARC Energy, una compañía estadounidense líder en equipamiento para la industria del petróleo y gas, se perfila como el principal interesado en adquirir la empresa.
Se espera que en las próximas horas presenten una oferta formal, lo que podría abrirle a IMPSA nuevas oportunidades en el mercado estadounidense.
Una vez presentada la oferta, se abrirá un período de dos meses durante el cual otros potenciales compradores podrán mejorar la propuesta inicial.
ARC Energy ha mostrado un fuerte interés en la empresa argentina debido a su capacidad para producir tecnología clave para la generación de energía, un sector en el cual la compañía busca expandirse.
Entre los activos más valiosos de IMPSA se encuentran sus 700 empleados altamente calificados, quienes representan un capital humano de gran valor para cualquier comprador.
No obstante, la deuda de 500 millones de dólares sigue siendo un desafío significativo que deberá ser renegociado por los nuevos propietarios.
Actualmente, el 63,7% de las acciones de IMPSA están en manos del FONDEP, un fondo fiduciario controlado por la Secretaría de Industria, mientras que el 21,2% pertenece a la provincia de Mendoza.
La privatización de IMPSA es un paso clave en la agenda económica del gobierno de Milei, que busca atraer inversión extranjera y reducir el rol del Estado en sectores considerados no estratégicos.
Esta operación marca el inicio de lo que podría ser una serie de privatizaciones en diferentes áreas, alineadas con la visión de Milei de un Estado más pequeño y un sector privado más dinámico.
Mientras se esperan los próximos movimientos, el destino de IMPSA podría ser un indicador de cómo se desarrollará esta nueva fase en la política económica de Argentina.