La confianza en el gobierno de Milei disminuye, pero el optimismo económico se mantiene.

El Índice de Confianza en el Gobierno Nacional cayó un 3,7% en junio, aunque la mayoría de los argentinos confían en una mejora económica.

La confianza en el Gobierno Nacional (ICG) ha mostrado una caída del 3,7% en junio, situándose en 2,37 puntos en una escala de 0 a 5. Este descenso se produce en un contexto en el que la confianza en el gobierno de Javier Milei se mantiene un 97,8% por encima de los niveles registrados al final de la gestión de Alberto Fernández. Sin embargo, el índice actual es un 12,3% inferior al de julio de 2016, cuando comenzó el gobierno de Mauricio Macri.

El ICG se compone de cinco dimensiones clave: la evaluación general del gobierno, la percepción de la administración en beneficio del bien común, la eficiencia del gasto público, la honestidad de los funcionarios y la capacidad del gobierno para resolver problemas. En este último mes, la evaluación general del gobierno y la percepción sobre la eficiencia del gasto público experimentaron las caídas más significativas, reflejando un creciente descontento entre la población.

A pesar de la disminución en la confianza general, el optimismo económico se ha mantenido. Según el informe, aquellos que creen que la situación económica mejorará en el próximo año alcanzan un ICG de 3,94 puntos, lo que indica que existe una expectativa positiva entre una parte significativa de la población. Este contraste sugiere que, aunque hay desconfianza hacia la gestión actual, muchos argentinos mantienen la esperanza de una recuperación económica.

La encuesta, realizada entre el 1 y el 11 de julio a más de 1.000 personas mayores de 18 años en ciudades con más de 10.000 habitantes, también revela diferencias demográficas en la confianza. Los jóvenes de entre 18 y 29 años muestran un ICG superior (2,81 puntos), mientras que los adultos mayores de 50 años tienen un índice de 2,43 puntos. En términos geográficos, la confianza es mayor en el interior del país (2,53 puntos) en comparación con el Gran Buenos Aires (2,17 puntos) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (1,99 puntos).

Estos datos indican que, aunque la confianza en el gobierno de Milei ha disminuido, hay un sector de la población que sigue siendo optimista respecto a la economía, lo que podría influir en la percepción pública y en las políticas futuras del gobierno. La administración tendrá que abordar las preocupaciones sobre la gestión y la honestidad para fortalecer la confianza y capitalizar el optimismo económico existente.

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