Violencia y Tensión en Buenos Aires: Protestas contra la Ley de Desguace del Estado de Milei desatan graves incidentes

Manifestaciones tumultuosas sacuden la capital argentina en rechazo a la controversial ley que otorga poderes para desmantelar el Estado. El Senado aprueba el proyecto en medio de un clima de violencia y confrontación.

La ciudad de Buenos Aires se convirtió en escenario de caos y confrontación durante las protestas contra la ley que otorga amplios poderes al ultraderechista Javier Milei para desmantelar el Estado. La tensión se desbordó frente al Congreso argentino, donde miles de manifestantes expresaron su rechazo a la legislación aprobada en general por el Senado en una sesión maratónica.

 

Desde tempranas horas, la plaza frente al Congreso fue testigo de un ferviente reclamo popular bajo consignas como “La patria no se vende, la patria se defiende”. Sin embargo, lo que comenzó como una manifestación pacífica se tornó violenta a medida que avanzaba el día. Piedras, bombas incendiarias y gas pimienta fueron arrojados en medio de un enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas de seguridad, desencadenando una batalla campal que dejó al menos 30 detenidos y numerosos heridos.

 

El presidente argentino no tardó en señalar a los protagonistas de los disturbios como “terroristas” que intentaron desestabilizar el normal funcionamiento del Congreso, calificando los hechos como un intento de golpe de Estado. Mientras tanto, el Gobierno desplegó un fuerte operativo de seguridad para contener las protestas y garantizar el desarrollo de la sesión legislativa.

 

La votación en el Senado, que estuvo marcada por una división ajustada y la intervención de la vicepresidenta para desempatar a favor del Gobierno, ha sumido al país en un clima de incertidumbre y malestar. Organizaciones sociales, políticas y sindicales expresaron su rechazo a la ley, temiendo las consecuencias de un posible desmantelamiento del Estado de bienestar argentino y la privatización de empresas públicas.

La noche culminó con cacerolazos en los hogares argentinos como expresión de descontento, mientras la ley se encamina hacia su sanción definitiva en la Cámara de Diputados. La tensión persiste en todo el país ante un escenario político y social convulso que refleja la profunda división y resistencia a las medidas propuestas.

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