La bicicleta de Luis Arturo (Cuatro)
"Informar no es lo mismo que formar". Otra entrega de los textos de Luis Arturo Lomello.
“Informar no es lo mismo que formar”. Otra entrega de los textos de Luis Arturo Lomello.
Esta mañana, mientras intentaba cruzar la calle, una conversación fuera de tono picó mi curiosidad,
incitando escuchar asuntos ajenos, convirtiéndome en oidor involuntario.
Dos personas procuraban explicar el mismo rumor, pero, por lo que sospecho, no manejaban iguales
noticias por la manera en que, poco a poco, iban acalorando sus ánimos.
¿Qué ocurre cuando nos damos cuenta que presumimos ignorando de qué se trata?
Muchas veces intervenimos en diálogos donde el protagonista principal de la charla se encuentra ausente.
Este cabildeo deja al descubierto que somos capaces de demostrar cobardía.
No vacilamos en amonestar, si dudamos, poseer la suficiente experiencia para enfrentar a los que tienen
una percepción diferente.
Nos prevenimos a través de los medios, sobre la economía, la política, eventos sociales, deportivos,
culturales.
Algunos vecinos, se ocupan de mantenernos al tanto de lo que sucede en el barrio, los infortunios que
padecen los conocidos.
Armamos una perspectiva aproximada de los acontecimientos.Una parcialidad de lo que realmente ocurre.
Informar no es lo mismo que formar, aunque lo insinúe.
La educación tiene que ver con razones mucho más profundas.
Se enseña a partir de la cuna. En lo cotidiano, el día a día.
Entran en juego cuestiones de rigor que abarcan lo ético, lo moral, las buenas costumbres y como nos
habituamos para relacionarnos entre nosotros.
No es natural desarrollarnos sin amor.
Contradecimos aguardando hacer valer un punto de vista, sin contemplar que los demás, tengan los
adecuados, evaluando la posibilidad que no convengan a como pensamos.
Creemos estar lo suficientemente orientados para ampliar estos argumentos, pero aparece un tercero con
una impresión distinta y todo se vuelve un pandemonio.
Nada garantiza que mi criterio sea el correcto.
Las convicciones se afirman sobre hechos concretos.
Haber participado, da fe sobre lo que sostenemos.
No tenemos necesidad de impugnar para sustentar lo que alegamos.
Las polémicas resultan manifestaciones estériles.
Es absurdo alterar un enfoque cuando estamos alertados sobre lo que aspiramos, aunque no sea evidente.
Estos vicios que adquirimos, viviendo, nos persuaden que elegimos el camino de la verdad.
Una situación relativa.
La impronta sería deducir lo que acontece en la vereda de enfrente, por ahí encontramos casualidades que
justifican una cercanía voluntaria hacia los demás.
Comprender lo extraño es pensar por cuenta propia.
Sin el prójimo no es posible ser.
Confundido atravieso las calles cuando creo que ensayo lo que pretenden imponerme.
Noto entusiasmado que muchos me aman sin coincidir con aspectos de como interpreto la realidad.
Esto es una certeza. Una aproximación.
Por suerte para quienes concebimos a Dios, este, existe, para provocarnos.
Se nos manifiesta variable ya que nunca permanece insensible.
Lo asombroso, es que sea el autor de la duda, esa perplejidad que permanentemente da el sentido para
opinar que es lo que intenta revelarnos a través del otro