Dengue: la epidemia bajo la lupa

Promediando abril, no termina de irse el calor y, mucho menos los mosquitos. Conocé por qué la fumigación no es suficiente y otros datos destacados de la situación en Santa Fe.

El brote de dengue que azota actualmente a Argentina es el mayor de todos, superando a los de 2016 y 2020.

El de 2020 fue muy grande, pero terminó quedando opacado por el estallido mundial del COVID-19. Lo más preocupante es que, a diferencia de este último, el brote actual no parece estar ni cerca de finalizar. El panorama no es alentador: especialistas sospechan que esta etapa de crecimiento puede finalizar recién en junio.

Los infectólogos coinciden en un diagnóstico: el cambio de clima y la tropicalización de la región son los factores que hacen que el huevo del mosquito eclosione.

Actualmente,el país está en estado de epidemia. En cuanto a decesos, en los últimos días se conocieron muertes en Tucumán y en Corrientes, y ya son 20 las personas fallecidas por dengue en el año.

¿Por qué se insiste en el descacharrado y se desestima la fumigación?

Quienes estudian la situación actual explican que fumigar no soluciona el problema de fondo. Ocurre que la fumigación elimina los mosquitos “adultos”, no los huevos. Es por eso que las campañas estatales insisten en el descacharrado e intentan evitar a toda costa la estancación de agua que pueda generar focos infecciosos.

En la misma línea se expresó la ministra Salud de la Nación, Carla Vizzotti, que este miércoles estuvo en Rosario, participando de una mesa de trabajo sobre esta epidemia con representantes de todo el país:

“Los municipios tienen un rol muy importante, y sobre todo lo que se hace adentro de los domicilios porque el trabajo fuerte es en la prevención de las larvas, que es de donde nacen los mosquitos, a través del famoso descacharrado”. 

Dengue grave y secuelas

Según la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad, cerca de la mitad de la población mundial corre riesgo de contraer dengue.

Infectólogos y epidemiólogos coinciden en que no está muy bien estudiado el dengue secuelar. “Es una gran deuda que tenemos”, sostuvieron. No obstante, muchos especialistas coinciden en algunos datos muy importantes a tener en cuenta:

En muchos casos, los síntomas como  decaimiento, cefaleas y dolor de articulaciones pueden extenderse hasta por seis meses o más.

Para finalizar, como es sabido, aún no se avanzó en proyectos concretos que puedan lograr una vacuna contra el dengue. Lamentablemente, no se ve otra solución que seguir esperando su lanzamiento.