Una familia sigue sufriendo por bailes en República del Oeste
Dialogamos con Verónica, madre de un niño con autismo. El viernes, la agrupación política Barrio 88 realizó su Fiestón. Como si fuera poco, a la noche siguiente, el club hizo su tradicional baile.
La semana pasada, el nombre de Verónica Meder volvió a sonar en varios medios santafesinos. Ella es vecina del club República del Oeste, uno de los que estuvo en el centro de la escena el año pasado, cuando se terminó aprobando la nueva ordenanza de nocturnidad.
La situación de Verónica y su familia es clara, y ya fue planteada con anterioridad: su hijo Franco tiene trastornos del espectro autista (TEA) y una hipersensibilidad a los sonidos fuertes. Cada noche que hay eventos en República del Oeste, la música altera muchísimo al niño y, por consecuencia, toda la familia pasa la noche en vela… acompañando el sufrimiento del pequeño.
La gravedad del caso se pone de manifiesto no solo por la excepción que el ejecutivo municipal hace con este club, sino por encontrarse involucrada una agrupación política local.
Lo que Verónica reclamaba la semana pasada era que, tal como sucedió en varias oportunidades previas, todas ellas advertidas por esta familia, Barrio 88 realizaría su “Fiestón”: un encuentro con música a todo volumen y centenares de personas reunidas hasta altas horas de la madrugada.
El reclamo por el hijo autista de Verónica cayó, una vez más, en saco roto. No solo que se hizo el Fiestón el viernes pasado, sino que, el sábado, el club también organizó su tradicional baile. Dos noches seguidas de música tropical “al palo” y jóvenes pasándolo bomba, mientras una familia padece.
Luego de este triste fin de semana para Verónica y su familia, Río Noticias dialogó con ella:
Ustedes ya sabían que se venía un fin de semana difícil… ¿ Y cómo fue?
El día viernes las vibraciones estuvieron terribles. De hecho, yo llamé al municipio y efectué la denuncia por ruidos molestos. Pero los inspectores llegaron después de que el evento había finalizado (pasadas las 4am del sábado).
Franco estuvo despierto desde las dos y quince de la mañana hasta las cinco. Obviamente, toda la familia se vio afectada por eso. Luego llegó el sábado, y a la noche se hizo el baile del club, como siempre. Otra vez, las vibraciones a tope.
Con la nueva ordenanza de nocturnidad y todo, ¿Por qué creés que se permite que esto siga pasando?
Cuando yo pedí explicaciones, me dijeron que el Fiestón de Barrio 88 se permite a través una excepción. Pero no me dejaron en claro cómo se enmarca esto en la ordenanza que el Concejo promulgó en diciembre pasado. Cabe recordar que en esta normativa el texto dice claramente que los eventos en República del Oeste se deben realizar o bien, un viernes, o bien, un sábado. Pero no las dos noches seguidas. Por eso, yo me pregunto cuál es el argumento mediante el cual se le da esta excepción a una organización política.
¿Cómo conviven con esta frustración?
Más allá del sufrimiento de Franco, a mí me angustia mucho haber hablado con distintos funcionarios y que nadie me haya dado una respuesta de por qué Barrio 88 puede seguir haciendo su Fiestón en República del Oeste.
¿Cómo piensan seguir adelante?
Yo voy a seguir buscando todos los medios para que se respete la vigencia de la ordenanza. Que se cumpla lo que dice, porque por algo está hecha esa resolución. Pareciera que a nadie le importara lo que le pasa a Franco… todo lo que nos sucede. Por el contrario, se privilegia a una organización política, que parece tener mayor poder que un niño de tres años o que ciudadanos comunes como somos nosotros.