¿Qué tiene que ver un Santo con los enamorados?

Lo que toda la vida fue conocido como “el amor romántico” ya pasó de moda. 

Las corrientes de pensamiento de la actualidad, sobre todo en los jóvenes, tienden a alejarse de esa visión de las relaciones de pareja, cargada de connotaciones anticuadas, y hasta de cierto corte machista. Hoy, las parejas tienden a construir sus vínculos desde otros principios.

Sin embargo, a los fines comerciales, la celebración de San Valentín, cada 14 de febrero, sigue más que vigente. Es que, en una Argentina en crisis, toda oportunidad para ofrecer combos, promociones y descuentos que atraigan a consumidores, es bienvenida. Así, sobre todo en bares, restós y confiterías, en esta fecha se pueden encontrar un sinfín de propuestas para los enamorados.

Pero a todo esto… ¿qué tiene que ver un Santo con los enamorados? ¿Por qué esta fecha?

El Santo de los enamorados

Si bien se lo representa con un angelito, el supuesto origen de esta figura de poca certeza histórica, sería un cura... Un obispo. Según la leyenda (al remitirse a la antigüedad, su certeza es poca), en la antigua Roma, un edicto del emperador impedía a los soldados casarse. Haciendo caso omiso al mismo, el bueno de Valentín habría casado a muchas parejas, en secreto. Al ser descubierto por el temible Claudio II (alrededor del año 270), fue ejecutado.

Desde entonces, el obispo se habría convertido en una especie de mártir del amor conyugal. Lo demás, es historia conocida, que llega hasta nuestros días.