¿Por qué es tan esperado el eclipse del 19 de noviembre?
Va a ser bastante difícil verlo en su esplendor, pero el que madrugue podrá hacerlo.
A pesar de que siempre los eclipses son atractivos para observarlos (más si se lo puede hacer a simple vista, sin telescopios o inoculares) el eclipse del 19 se dará en una altitud y horario que hará más complicada su observación.
Todos los eclipses se dan en luna llena, y en este caso coincide también con la lluvia de estrellas de las leónidas, que se produce anualmente para esta temporada y consiste en polvo desprendido del cometaTempel-Tuttle, descubierto por Wilhelm Tempel en 1865, Esta “lluvia de estrellas” es la caída de pequeños meteoros muy rápidos, que chocan contra la atmósfera y adquieren un color rojizo. La frecuencia con que se precipitan es de tres a cuatro por hora, pero cada 33 años se produce un pico que ha llegado a generar cientos de ellos en ese mismo período.
¿Cómo se produce un eclipse? Ocurre cuando hay una alineación de los tres astros que lo protagonizan: el Sol, la Tierra y la Luna. Hay que tener en cuenta que la luna no tiene brillo propio; solamente refleja la luz del Sol. Cuando en la misma línea se interpone la Tierra entre la Luna y el Sol, la sombra de la Tierra oscurece parte o la totalidad de la Luna y ahí se produce el eclipse. De acuerdo a la posición de los tres astros, el eclipse puede durar minutos u horas. En este caso, será el más largo del siglo, y tal vez del milenio, ya que el último que tuvo esa duración fue hace 560 años.
Gabriel Blanda, Auxiliar Astrónomo a cargo del Observatorio Astronómico de Santo Tomé, nos explica que el eclipse comenzará a las 03.28 horas de la madrugada del viernes y su máximo será a las 06.03, lo cual dificultará su visión porque a esa hora en nuestra ciudad (y nuestro país), ya está amaneciendo y la visión no será óptima. Sin embargo, como su duración es larga (3 horas y 28 minutos, será posible verlo en su inicio, cuando la sombra comienza a cubrir la luna. A pesar de ser parcial, la sombra de la Tierra va a cubrir un 97 % de la superficie de la luna, lo que permitirá el paso de algo de luz y le dará al satélite un color rojizo tenue.
“Es importante tener en cuenta, nos dice Gabriel Blanda, que la Luna ya va a estar muy cerca del horizonte, por eso en una ciudad va a ser más difícil verla que en el campo, ya que los edificios van a entorpecer la visión. Es importante observar al oeste y con un horizonte lo más despejado posible”.
Gabriel Blanda preparando instrumentos para un Star Party
Los eclipses han sido documentados por las diferentes culturas desde hace siglos y si bien pueden producir algunas alteraciones en temperaturas o comportamiento de los animales. quienes ignoran el por qué del oscurecimiento, no hay registro de que hayan provocado fenómenos naturales de gran magnitud.
Observados por los aficionados y científicos, los eclipses permitieron calcular la distancia de la Tierra a la Luna y los eclipses de Sol, en los que éste es cubierto por la sombra de la Tierra , han permitido estudiar su atmósfera, de la cual se desprenden muchos sucesos astronómicos.
Gabriel Blanda nos explica los distintos nombres dados a los eclipses. “ En realidad, son denominaciones que provienen del hemisferio norte y que aluden a hechos que ocurren en la época en que acontece el eclipse, como el de “Luna del castor”, “de la escarcha”, o “del Lobo”. La famosa “luna de Sangre” se llama así por su color rojizo, pero en realidad es la luz del Sol que al atravesar la atmósfera de la Tierra llega hasta la Luna dándole esa coloración “.
En síntesis: nada que temer, mucho para admirar y disfrutar. El eclipse y la lluvia de Leónidas son regalos que nos hace la narturaleza y es importante apreciarlos.
Agradecemos a Ariel Maderna por las imágenes de esta nota.