Red Custodios del Territorio: concientizar sobre Medio Ambiente
Luego de la 8ª Movilización Mundial por el cambio climático, se realizó en Santo Tomé una charla para asumir la importancia de nuestro papel en el cuidado del Medio Ambiente
Hace décadas que se están dando desde los sectores científicos y relacionados al Medio Ambiente advertencias y llamadas de atención. Meses antes de la pandemia del Covid 19, Greta Thunberg, la adolescente sueca que se convirtió en la activista líder de las protestas por el calentamiento global, hizo un llamado a los dirigentes de los países más poderosos del mundo para que tomen conciencia de lo que está pasando. Se habló mucho sobre el tema. pero la pandemia lo relegó a un segundo plano. Los movimientos y las ONG ecologistas siguen trabajando, sin detenerse, pero poco pueden hacer si no son acompañadas por leyes proteccionistas y acciones efectivas para hacerlas cumplir.
El viernes 24 de septiembre se llevó a cabo en todo el mundo la Octava Movilización por el Cambio Climático. A ella acudieron, en cientos de plazas y lugares de todo el mundo, miles de personas que están insistiendo en acciones urgentes para frenar la destrucción de nuestro planeta.
El calentamiento global, provocado por las emanaciones de gas a la atmósfera, está provocando lo que hemos visto en los últimos años: aumento de la temperatura, sequías espantosas, alteraciones en el comienzo y fin de las estaciones, y lo que ello acarrea: extinción de cientos de especies, cambios en la flora y fauna en todo el mundo, aparición de enfermedades desconocidas 50 años atrás...y más.
La depredación es la característica de una sola especie: el hombre. Con el propósito del progreso sin miramientos se talan bosques (destruyendo la fauna que los habita) se queman hectáreas de campos arruinando por años el suelo, se fumiga con insecticidas que destruyen no sólo plagas sino todo lo que vive en las plantaciones, provocan enfermedades a los humanos y contaminan el agua.
Pero si eso nos parece muy lejano, vamos a un ejemplo aquí, cerquita nuestro, en Santo Tomé.
Lupe Valenti y Tamara Ojeda fueron invitadas por el profesor Gustavo Medrano para dar una charla a los participantes de la escuela de canotaje. Lupe es profesora de Educación Física y Diplomada en Educación para la Conservación del Territorio y pertenece a la Red de custodios del territorio. Tamara Ojeda también pertenece a la Red de Custodios del territorio, es asesora Pedagógica del equipo Custodios “Isleta Linda” y docente en la escuela Presidente Beleno, de Santa Fe. La charla se hizo en un lugar paradigmático: el vado , por donde pasaban los nadadores de la Santa Fe- Coronda. Hoy podemos caminar por él. No hay agua.
Lupe y Tamara se refirieron a la fauna y flora de las islas: en especial aves , terrestres y acuáticas, e invitaron a los participantes a cerrar los ojos e identificar los sonidos que percibían. Ahí se dimensiona la cantidad de seres vivientes que nos rodean y no nos damos cuenta hasta que hacemos una pausa y nos quedamos solos , con la única compañía de la naturaleza.
El cambio climático ya no es un peligro imaginario de gente pesimista: El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas reitera que la temperatura ha subido 11 grados más desde antes de la era industrial y, lo peor: sigue subiendo. También afirma lo mismo que todos los científicos de distintas instituciones de todo el mundo: el hombre es el causante de esta alteración y si no cambia sus hábitos, sus leyes, su forma de concebir la naturaleza, no sólo destruirá el hábitat de animales y plantas, sino también el suyo.
En este momento somos privilegiados por tener agua y plantas comestibles en las islas: hay lugares en donde se provee sólo un litro de agua por persona por día y en algunos, el agua es tan valiosa como la vida.
En abril del 2020 el agua del vado que une Santa Fe con el río Salado, comenzó a bajar. Las casi inexistentes precipitaciones durante todo ese año y el que está en curso hicieron desaparecer por completo el agua. Las pocas lluvias de este año no fueron suficientes. Donde había agua, ya podemos caminar. Las sequías, los incendios, la deforestación, están produciendo estos cambios que no son para bien de nadie, ni del hombre ni de todo lo que lo do lo que lo rodea.
Por aquí, antes, pasaba el agua
Un ejemplo que preocupa:
Lupe nos cuenta que, a raíz de problemas neurológicos y de conducta de niños y jóvenes en la zona de arrozales de San Javier. Se decidió encarar una investigación con la visión integradora de Salud: salud humana, ambiental y animal. Como consecuencia de la caza deportiva de patos, muy común en la zona de San Javier, se empezaron a analizar huesos y estómagos de patos, se hicieron resonancias y ecografías a niños y se determinó el tremendo perjuicio del plomo de las municiones, que al contaminar la carne del pato, luego ingerida por el humano, se aloja en el lóbulo frontal y tiene un efecto irreversible. Cuando el pato cucharea en el barro, traga las municiones y eso desarregla todo su organismo. El suelo está totalmente contaminado con municiones. Y para que tengamos una idea : una munición contamina 12.000 litros de agua. Se hizo un estudio de Impacto y se tomaron como dato las informaciones de los cazadores registrados con permiso ( un porcentaje de los que cazan en la zona), por año se vierten 15 toneladas de plomo en los arrozales.
No sólo se cazan los patos, sin tener datos sobre la población y sus distintas especies, sino que se contamina el agua y se enferma a los consumen la carne del ave. Un entretenimiento para el hombre: un drama para el medio ambiente.
Es necesario tomar conciencia de que todos habitamos en este mundo; hombres, animales, plantas. Lo que le ocurre a una especie, desequilibra a las demás. Si el agua o el aire se contamina, no sólo mueren aves y peces; tarde o temprano la consecuencia llegará al hombre. Nadie puede ser indiferente y menos aún ignorante. El futuro nos demandará nuestra participación y compromiso en este momento del planeta.
Cuando regresaban del vado a la playa de Santo Tomé, los asistentes a la charla tuvieron un triste hallazgo: una tortuga en el río, muerta, atrapada entre redes. Una muestra más de que el problema sigue siendo el hombre.