Dado el aumento de casos de COVID-19 en Santa Fe se evalúan nuevas medidas de restricciones en la provincia. Una de ellas ya es un hecho, y se veía venir: la suspensión de la presencialidad en las clases de todos los niveles.
El gobernador Omar Perotti junto a los intendentes de las principales ciudades de la provincia consensuaron las nuevas medidas que serían anunciadas entre este martes y miércoles. El gobernador mantuvo comunicación durante toda la jornada con varios expertos quienes le pidieron aumentar las restricciones para bajar la circulación.
En La Capital, se suspenderían las clases presenciales al menos por diez días y volvería a la modalidad virtual en todos los niveles, cerrarán bares y comedores nocturnos, se suspenderán las actividades recreativas y deportivas e incluso bajar el horario límite de la circulación vehicular, la cual actualmente es desde las 20
“Tenemos que hacer foco en disminuir las reuniones sociales, las cuales están produciendo la mayoría de los contagios”, así lo indicó el intendente de Rosario, Pablo Javkin, al finalizar el encuentro que continuará este martes.
Las medidas restrictivas están siendo definidas por los más altos mandatarios del gobierno y la preocupación principal es el colapso en el sistema sanitario. Es por ello que los directores de los hospitales de las ciudades más importantes de la provincia fueron tajantes y dijeron a la ministra de Salud, Sonia Martorano, que el sistema ya “no tiene capacidad de atención”.
A su vez por parte del gobierno nacional se espera la definición un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que fije restricciones más duras al menos durante los próximos diez días en aquellas zonas donde la pandemia está golpeando más fuerte, donde Rosario es considerada una de las zonas con alto riesgo epidemiológico.