Inauguran el primer barrio trans
La iniciativa fue impulsada por Mónica Astorga Cremona, de la Orden de las Carmelitas Descalzas.
La desigualdad de oportunidades es moneda corriente en muchas partes del mundo, pero esta vez se dio un giro al asunto. El 17 de agosto se inauguró en Neuquén el primer barrio trans de todo el mundo.
La iniciativa impulsada por la monja Mónica Astorga, fue llevada a cabo en un terreno cedido a su monasterio por el municipio y con fondos dados por el Gobierno provincial.
El complejo cuenta con 12 monoambientes, todos equipados con cocina y baño completo, calefacción y termotanque; además de un balcón individual o un pequeño patio interno. Las casas fueron entregadas en comodato a mujeres trans de entre 40 y 70 años en situación de vulnerabilidad. La idea es que las viviendas queden en mano siempre de personas trans, en caso de fallecimiento de la titular, el hogar será delegado a una compañera.
Las viviendas fueron construidas por el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU) en el barrio Confluencia y entregadas para su administración a la Orden de Carmelitas Descalzas.
La monja, Mónica Astorga Cremona, lleva 14 años acompañando a mujeres trans, luchando junto a ellas por mejores oportunidades. “Esto tiene que servir de puntapié inicial, porque si una monja pudo hacer realidad su sueño, ¡cuánto más puede hacer el gobierno!”, declaró Astorga.
Astorga aclara que “no es un refugio ni un hogar trans”, sino casas que se otorgan en comodato, “como si fuera un alquiler, pero sin pagar nada y sin plazos”.
“Si cumplen con el reglamento propio de cualquier alquiler, se quedan de por vida, pero a la que no los respete, se le da un aviso y al tercero se la saca”, explicó.
En la inauguración también estuvieron presentes el intendente Mariano Gaido y el gobernador Omar Gutiérrez.